Hoy en día, los procesadores se han convertido en una parte fundamental de los sistemas de computación, y la tecnología de los procesadores ha evolucionado mucho desde los primeros dispositivos. Esta evolución ha sido acelerada por la competencia entre los fabricantes de procesadores y la exigencia de los usuarios por dispositivos cada vez más eficientes.
En los inicios, los procesadores eran diseñados con tecnología de 12 micrones, lo que significaba que los transistores eran construidos con un tamaño de 12 micrones cada uno. Estos dispositivos eran lo suficientemente avanzados para proporcionar la potencia de procesamiento necesaria para los primeros sistemas de computación. Con el tiempo, los fabricantes de procesadores comenzaron a utilizar tecnología de 6 micrones para construir sus dispositivos. Esta tecnología permitió que los procesadores fueran mucho más pequeños y eficientes. Además, los fabricantes pudieron aumentar la frecuencia de reloj de los procesadores, lo que permitió a los usuarios realizar tareas de forma más rápida. A partir de ahí, los fabricantes de procesadores han seguido mejorando la tecnología de los procesadores.
La siguiente etapa fue la tecnología de 3 micrones, que permitió a los fabricantes de procesadores construir dispositivos con un tamaño aún más pequeño. Esto permitió a los usuarios disfrutar de un rendimiento aún mejor. A partir de ahí, los fabricantes de procesadores han seguido mejorando la tecnología y han pasado a utilizar tecnología de 1 micrón, 0.75 micrón, 0.5 micrón, 0.35 micrón y 0.25 micrón. Estas mejoras permitieron a los procesadores ser aún más pequeños y eficientes, lo que permitió a los usuarios realizar tareas de forma más rápida y con menos energía.
Finalmente, los fabricantes de procesadores han llegado a la tecnología de 7 nanómetros. Esta tecnología permitió a los fabricantes construir procesadores con transistores aún más pequeños, lo que a su vez permitió a los usuarios disfrutar de un rendimiento aún mejor. Esto significa que los dispositivos ahora pueden realizar tareas de forma más rápida y con menos energía.
En conclusión, la evolución de los procesadores ha sido impresionante y ha permitido a los usuarios disfrutar de un rendimiento mejorado. Los fabricantes de procesadores ahora están trabajando en tecnologías aún más avanzadas, lo que significa que los dispositivos seguirán mejorando en términos de rendimiento y eficiencia.